El París de las letras
Publicado por EL PAÍS, y extraído de Lonely Planet3 OCT 2013
(Pinchando en los enlaces podrás leer obras de los escritores aludidos, o información de los lugares que se citan)
París es una
de las ciudades más literarias del mundo, en la que han recalado desde grandes
clásicos de las letras francesas, como Victor
Hugo o Honoré
de Balzac , a vividores como Ernest
Hemingway o los poetas de la generación beat, como Allen
Ginsberg, o William
S. Burroughs.
Para
impregnarse bien del ambiente literario de la capital francesa conviene
recorrer las calles que pisaron sus escritores más bohemios, descubrir los
hoteles y pensiones donde escribieron (y vivieron) o dejarse caer por los cafés
donde charlaban durante horas sobre lo divino y lo humano.
15 pistas,
entre cafés, rutas literarias, bibliotecas o museos dedicados a los autores más
representativos, que no hay que perderse a ambos lados del Sena
01
Escenarios bohemios
ORILLA IZQUIERDA DEL SENA
'Bouquinistes'
en la orilla izquierda del Sena, en París, con la catedral de Notre Dame al
fondo. / D. Bank / J. Warburton-Lee
|
Quizás el
más literario de los paseos sea el del barrio de Saint Germain, siguiendo el
curso del Sena hacia el oeste y pasando por delante de los famosos bouquinistes
(libreros de viejo) que tanto le gustaban a Hemingway. Comenzaremos en el Beat
Hotel (actualmente el Relais Hotel du Vieux París), donde se alojaban
en la década de 1950 Allen
Ginsberg, Jack Kerouac y William
S. Burroughs, entre
otros.
En el 12 Rue
de L’Odeon estaba la librería original Shakespeare & Company, cuya
propietaria, Sylvia Beach, prestaba libros a Ernest
Hemingway y editó y publicó
Ulises de James Joyce en 1922.
Más
adelante, en el Boulevard St-Germain, se encuentran los cafés favoritos de Jean-Paul
Sartre y Simone
de Beauvoir, Les Deux margots y el Café de
Flore, y en una buhardilla de la cercana Rue Bonaparte (nº 36) fue donde se
alojó Henry Miller en 1930. Siguientes paradas, L’Hôtel,
el antiguo Hôtel d’Alsace, donde murió Oscar Wilde en 1900, y otro hotel
célebre, el Hôtel d’Anglaterre, hoy Hôtel
Luxembourg Parc, donde se alojó Faulkner en 1925. En la Rue Ferou
(nº 6) Hemingway pasó sus últimos años en París.
Hacia el sur
descubriremos, en el 58 de la Rue de Vaugirard, la casa donde F. Scott y Zelda
Fitzgerald
vivieron en 1928, a pocos pasos del 27 de la Rue de Fleurus,
residencia de Gertrude Stein, quien recibía a artistas y escritores como
Matisse, Picasso, Braque, Gaugin, Fitzgerald, Hemingway y Ezra
Pound, quien
vivió en el 70 bis de la Rue Notre Dame des Champs, en un piso lleno de cuadros
japoneses y cajas de embalaje.
02 En la
otra orilla con Orwell y Hemingway
Igual que la
ribera izquierda del Sena, el Barrio Latino está cargado de historia literaria,
con lugares como el piso donde vivió James
Joyce, al final del pasaje del 71
Rue du Cardinal Lemoine, en el que acabó de corregir su Ulises. En
el número 74 de esa misma calle vivió Ernest Hemingway con su primera mujer,
Hadley, entre enero de 1922 y agosto de 1923. Debajo estaba el Bal au
Printemps, un bal musette (baile popular) en el que se inspiró para
describir el lugar en el que Jake Barnes se encuentra con Brett Ashley en Fiesta.
Pero aunque vivía aquí, Hemingway escribía en la buhardilla de un hotel
cercano, el 39 de la Rue Descartes, el mismo en el que murió Paul
Verlaine (1844-1896). No hay que hacer caso a la placa incorrecta.
La Rue
Descartes va hacia el sur hasta Place de la Contrescarpe, en la
actualidad una limpia plaza con cuatro árboles del amor y una fuente, en el que
destaca el Café des Amateurs, hoy en día Café Delmas. Y para
concluir el paseo, un hostal barato y literario en el número 6 de la Rue du
Pot de Fer: aquí dormía
George Orwell en 1928 cuando trabajaba como
lavaplatos. En su libro Sin blanca en París y Londres (1933) aparece
bien descrita, bajo el nombre de “Rue du Coq d’Or”.
03 Ruta de
los ‘Montparnos’
A principios
del siglo XX, escritores y exiliados políticos acudían en masa a las brasseries
de Montparnasse; una mirada atenta descubrirá sutiles indicios del pasado
bohemio de la zona. Tras la I Guerra Mundial poetas y artistas de la vanguardia
abandonaron Montmartre (orilla derecha) y cruzaron el Sena, trasladando el
epicentro artístico de la ciudad hacia Boulevard du Montparnasse.
Conocidos
como los Montparnos, artistas como Chagall, Modigliani, Léger, Soutine,
Miró, Matisse, Kandinski, Picaso, el compositor Stravinsky y los escritores
Hemingway,Ezra
Pound y Cocteau, entre otros, frecuentaban los cafés y
restaurantes que dieron fama a este quartier, centro creativo hasta la
mitad de la década de 1930. Entre las brasseries históricas que
conservan el legado de Les Montparnos destacan Le Select (99, Bd
Montparnasse), La Coupole (102, Bd Montparnasse), con columnas pintadas
por Chagall, Le Dôme (108, Bd Montparnasse), en la cual se dice que
Gertrude Stein convenció a Matisse para que abriera su academia de arte, y la Closerie
des Lilas (171, Bd Montparnasse).
04 La
librería de la generación perdida
El lugar
perfecto para asistir a lecturas de autores conocidos y de talentos emergentes,
arremolinarse en la sala de lectura o escudriñar los estantes de una librería
casi mágica, punto de reunión de autores. En este encantador local del Barrio
Latino (37 Rue de la Bûcherie), podremos encontrar libros en inglés (nuevos y
usados) en todos sus rincones. Por la noche los sofás se convierten en camas
para los escritores, a cambio de ordenar las estanterías. La mayoría de lunes,
a las 19.00, se realizan lecturas de autores en ciernes y también se celebran
talleres y festivales literarios.
Shakespeare & Company es toda una leyenda:
Sylvia Beach dirigió la tienda original (cerrada por los nazis en 1941) y se
convirtió en punto de encuentro de la “generación perdida” de Hemingway. El
estadounidense George Whitman abrió la actual tienda en 1951, atrajo a una
clientela de poetas beat y desde entonces por sus puertas han entrado
cientos de escritores. En 2006, el ministro de cultura francés nombró Officier
des Arts et Lettres a Whitman, por su “importante contribución al
enriquecimiento del legado cultural francés”. Este murió en 2011 a los 98 años
y está enterrado en la División 73 del Cimetière du Père Lachaise. Su hija,
Sylvia Beach Whitman, conserva el ambiente mágico de Shakespeare & Company.
05 El
caótico paraíso del viajero
Los grandes
viajeros que pasan por París tienen una cita ineludible en esta librería
abierta en la Isla de St. Louis por Catherine Domaine en 1971: presume de ser
la primera librería de viajes del mundo.
Resulta casi
imposible moverse entre las abigarradas estanterías de la Librairie
Ulysse (26 Rue St-Louis) llenas de guías de viaje antiguas y
modernas, ediciones y viejos mapas de National Geographic.
El horario
varía, pero si se llama al timbre Catherine abrirá si está en el local.
06 Las
torres del saber
BIBLIOTHÈQUE NATIONALE DE FRANCE
Patio de
pinos de la Biblioteca Nacional de Francia, en París. / Sergio Gaudenti
|
Las cuatro
torres de cristal de la Biblioteca Nacional de Francia fueron uno de los
proyectos más ambiciosos y caros del presidente Mitterrand: costó 2 billones de
euros y se inauguró en 1995. Merece la pena visitar sus excelentes exposiciones
temporales (entrada E) que abordan la literatura y la palabra desde muy
diferentes puntos de vista.
Esta
grandiosa biblioteca, proyectada por Dominique Perrault, contiene más de 12
millones de tomos, repartidos en 420 kilómetros de estanterías, y puede
albergar a 2.000 lectores y 2.000 documentalistas. Las críticas llegaron por su
diseño: mientras que los libros y los documentos históricos se conservan en las
soleadas torres de 23 plantas y 79 metros de alto (con forma de libros
abiertos), los lectores ocupan salas del sótano con luz artificial alrededor de
un patio con 150 pinos cincuentenarios traídos del campo. Y si bien las torres
cuentan con un complejo (y costoso) sistema de persianas, el sótano queda
expuesto a posibles desbordamientos del Sena.
07 Una casa
museo con vistas
‘MAISON’ DE VICTOR HUGO
Interior de
la Maison de Victor Hugo, en la Place des Vosges de París. / Gao Jing
|
La elegante
casa del célebre novelista y poeta tiene vistas a una de las plazas más bonitas
de la ciudad: la Place des Vosges. Entre 1832 y 1848, Victor Hugo vivió en un
apartamento en la 3ª planta del Hôtel de Rohan-Guéménée, en la plaza, al que se
trasladó un año después de la publicación de El jorobado de Notre Dame;
allí escribió su obra Ruy Blas. La Maison de Victor
Hugo es ahora
un pequeño museo dedicado a la vida y época del célebre escritor, con una
impresionante colección de sus retratos y dibujos personales. Las exposiciones
temporales son de pago pero la entrada al museo es gratuita.
08 Recuerdos
del realismo
‘MAISON’ DE BALZAC
Retratos
familiares en la Maison Balzac, situada cerca de los parisienses jardines del
Trocadero. / Bruce Yuanyue Bi
|
Puestos a
escoger alguna otra casa museo parisina, nos inclinamos por la de Honoré
de Balzac (1799-1850), otro de los grandes clásicos imprescindibles de la
literatura francesa. En el 47 de la Rue Raynouard, en Passy, a unos 800 metros
al suroeste de los jardines del Trocadero, se encuentra una bonita casa de tres
plantas en la que vivió y trabajó el escritor realista. Fue su residencia y
estudio entre 1840 y 1847, y aquí editó La comedia humana y escribió
varios libros más. Hay muchos recuerdos, casas, ilustraciones y retratos.
09 El café
del existencialismo
Entrando en
el apartado de los cafés literarios, en París hay muchos y la mayoría conservan
el ambiente que los ha hecho famosos. En el Café de Flore (172 Bd St. Germain), de estilo art
déco, los bancos tapizados de rojo, los espejos y las paredes de mármol
apenas han cambiado desde los días en que Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir
lo convirtieron en su oficina para escribir confortablemente durante la
ocupación nazi. También celebra una sesión mensual, en inglés, de café
filosófico.
10 Vinos
literarios con aires del XIX
Este bar de
vinos literario, que toma su nombre de una novela de Jacques Roubaud, combina
estanterías llenas de excelentes libros con una buena carta de vinos y una
enriquecedora agenda semanal: lecturas, firmas de libros y eventos de arte. La
barra de cinc y el techo original del siglo XIX crean el ambiente perfecto de La
Belle Hortense. Está en el 31 de la Rue Vieille du Temple, en el
Marais.
11 Café
literario de nuestros días
Una joven y
variada clientela de locales, artistas, directores de cine y juerguistas sigue
fiel a este café literario con una barra de cine de 8 metros de largo,
espaciosas zonas para sentarse, un ambiente relajado, precios razonables y
exposiciones. Es un lugar genial para abrir el portátil y trabajar o navegar un
poco por internet, echar una ojeada a periódicos y revistas de arte o pasar el
rato con amigos en el pequeño salón de la planta de arriba. Su brunch
del domingo (12.00 -1700 h) es muy popular (www.lautrecafe.com, 62 Rue
Jean Pierre Timbaud).
12 El rincón
de la ‘Bohéme’
LES DEUX MAGOTS
Terraza del
histórico café Group Les Deux Magots, en Saint-Germain-Des-Pres, París. / getty
|
Si hay un
café que resume a la perfección la escena literaria de principios del siglo XX
en St-Germain-des-Prés es este antiguo garito frecuentado por toda la bohemia.
Tomar un café sentado en una silla de mimbre de su terraza, a la sombra de
toldos verdes oscuros y jardineras colgadas de los balcones, no es nada barato,
pero Les Deux Magots es un trozo de la historia de
París. También se puede pedir su famoso chocolate caliente servido en jarritas
de porcelana. Su nombre se refiere a las dos magots (figuras grotescas)
de dignatarios chinos que hay en su entrada. Bd. St. Germain).
13
Filosofía, tertulia y café
El mejor
sitio para disfrutar del sol de la mañana y contemplar el tráfico parisino
alrededor de la Columna de Julio que el Café de los Faros, el bistrot philo
(café filosófico) original de la ciudad, donde los parisinos se reúnen los
domingos por la mañana para discutir sobre el significado de la vida. Está en
plena Plaza de la Bastille.
14 El peso
de la historia
BIBLIOTECA MAZARINA
Sala oval
del Site Richelie, sede histórica de la Biblioteca Nacional de Francia desde
1720.
|
Para los
amantes de lo clásico, la biblioteca Mazarina,
fundada en 1643, es la más antigua de Francia. Está dentro del Institut de
France (23 Quai de Conti), es pública y se puede visitar su sala de lectura, de
finales del siglo XVII, o consultar la colección de 500.000 obras de su archivo
utilizando un pase de dos días que se obtiene dejando el carné de identidad en
la entrada.
En la misma
línea estaría el Site Richeliu, la sede histórica de la Biblioteca Nacional de
Francia desde 1720, que tiene una maravillosa sala oval, pero actualmente se
encuentra en remodelación y no puede visitarse.
15 Los
salones literarios
MUSEO DE LA VIDA ROMÁNTICA
Museo de la
vida romántica de París, dedicado a a la escritora
George Sand y el pintor Ary Scheffer. |
En el barrio
de Montmartre encontramos este pequeño museo dedicado a dos artistas de la
época romántica: la escritora George
Sand y el pintor Ary Scheffer. La casa que
lo alberga está al final de una evocadora callejuela adoquinada que perteneció
a Scheffer. El museo fue uno de los famosos salones de aquellos tiempos, al que
acudían artistas como Delacroix, Liszt y Chopin (amante de Sand). En la planta
baja, dedicada a Sand, se mezclan cuadros, objetos de arte y artículos
personales, mientras que el primer se dedica a una una selección de retratos de
Scheffer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario